martes, 14 de septiembre de 2010

¿FRACASÓ LA LUCHA CONTRA EL NARCO EN MÉXICO?




Narcos contra policías y policías contra soldados

Marta Durán de Huerta

05-05-2008

El presidente de México Felipe Calderón inició su gobierno con una declaración de guerra al crimen organizado, en especial al narcotráfico. Echó mano de todas las policías y del Ejército, aunque sacar a los soldados de sus cuarteles para darles funciones policiacas contraviene la Carta Magna. 

Quince meses después de tratar de meter en cintura a los grandes cárteles de la droga, la violencia no cesa, por el contrario, se disparó. 

Lo más escalofriante es ver que policías y soldados en ocasiones se enfrentan a tiros, unos para detener a los maleantes y otros para defenderlos. 

En días pasados el comandante de la segunda región militar, general Sergio Aponte Polito, acusó a los mandos policiacos y judiciales, del fronterizo estado de Baja California, de tener vínculos con el narcotrá-fico. 

El procurador del estado exigió pruebas al comandante quien de inmediato las entregó y no solo eso, también acusó a elementos de la Policía Federal Preventiva (PFP) y de la Agencia Federal de Investiga-ciones (AFI) de ayudar a los criminales. ¡Nosotros sí vamos!

El general Aponte Polito estableció en sus operativos líneas telefónicas directas así como correos electrónicos para que los ciudadanos llamen y denuncien a los malhechores directamente con los militares. El nombre del operativo lleva una crítica intrínseca a las policías: "Nosotros sí vamos" 

La violencia ha tomado un auge nunca visto. El crimen organizado ha cumplido puntualmente sus sentencias de muerte para los altos mandos de las policías adversas y jueces. Los uniformados heridos y hospita-lizados, en pocas horas o días, son rematados por comandos especiales. 

En algunas regiones ante la incompetencia policiaca, los militares asumieron el control, y sin embargo, las fuerzas del orden bajo el mando castrense se matan entre sí, como fue el caso de la balacera del 26 de abril donde hubo por lo menos 15 muertos. 

No solo los uniformados están en guerra fratricida, sino también grupos rivales integrantes del cártel de los Arellano Félix, que luchan por hacerse con el control de una organización por ahora acéfala, enorme, poderosa, multimillonaria y que funciona como una gigantesca empresa transnacional. 

¿Tiene perspectivas combatir el narcotráfico por la vía armada?

Radio Nederland preguntó a Ricardo Ravelo su opinión. El experto en el narcotráfico y autor de los libros Los capos y las narcorutas de México, Los narco-abogados, Herencia Maldita, Crónicas de sangre e Historia de los Zetas, no ve una perspectiva en una campaña armada contra el narco. 
"No hay posibilidad de triunfo en una embestida gubernamental por la vía de la represión. La mafia del narco no ha sido derrotada nunca, en ninguna época. A lo más que han llegado los gobiernos es ha establecer un cierto control y a retomar la convivencia social. Los cotos de poder se han mantenido ante el negocio más lucrativo que existe... El presidente Calderón se trazó una empresa bastante difícil; rebasó las expectativas y actuó con más ánimos que con certezas y a lo más que puede llegar es a establecer un cierto control.

Ya no hay parte del territorio nacional que no esté salpicado por la violencia. No puedo decir si la estrategia ha sido adecuada o no, es demasiado pronto. 

Los operativos si bien han asestado fuertes golpes contra la delincuencia organizada, en especial contra el cártel del Golfo y el de Sinaloa, ésto no es suficiente. El negocio del narco está más boyante que nunca; lo que permite poner en duda que el régimen calderonista realmente quiera abatirlo. Tal vez solo quiera mantenerlo bajo control. 
Narcos contra policías y policías contra soldados. Narcos contra policías, policías contra soldados y soldados contra narcos, es un pano-rama complicadísimo que tal vez el presidente no consideró. Tal parece que las corporaciones del orden y criminales estaban infiltradas mutua-mente, pero al momento de estallar la guerra, tuvieron que tomar partido. 

Y tal parece que los señores del dinero llevan la de ganar no solo por su enorme poder de fuego sino de compra de lealtades.

En los campos y en las ciudades donde la tropa patrulla y vigila, hay todo tipo de anuncios, letreros y cartelitos que dicen: "Soldado, ¿Cuánto ganas? ¿Estás cansado de que te traten como perro y que te den de comer sopas instantáneas? Únete a nosotros, aquí si ganas buen dinero. ¡Llámanos!" 

Etiqueta: Arellano Félix, crimen organizado, cárteles de la droga, Felipe Calderón, México, narcotráfico, Sergio Aponte Polito 








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