El narcotráfico ha sido el resurgimiento pecaminoso de aquella serpiente que poseyó a Eva en el huerto de Edén.
La mordida de este legendario personaje llamado bíblica o espiritualmente la Serpiente Antigua es de proporciones graves y alarmantes en cualquier siglo o edad en que él ha salido a morder a la humanidad pues cuando muerde, no muerde al individuo sino que muerde a la humanidad completa.
Mordió a la humanidad desde que el hombre empezó en tiempos remotos las guerras entre una tribu y otra, entre una nación y otra.
Mordió a la humanidad en las muertes o sacrificios masivos en los días del Imperio Romano y cuando este Imperio cambió la corona por la tiara y se cambió de Roma pagana a Roma papal, continuó mordiendo y mató a miles y miles de personas que profesaban el cristianismo de ese tiempo, surgiendo la Santa Inquisición.
Mordió a la humanidad cuando en los dias del hampa en Chicago y otras ciudades americanas el crimen organizado cobraba vidas en las calles igual como sucede en estos dias.
Y desde el siglo pasado mordió a la humanidad a traves del narcotráfico y sus líneas paralelas como el narcolavado, el crimen organizado y la corrupción que conllevan sus actividades comprando conciencias en todos los sectores nacionales, desde el campesino mas noble hasta el empleado o mandatario gubernamental mas alto.
Casi nadie ha podido escapar de sus venenosos pero millonarios colmillos, ni aun algunos Presidentes, Congresistas, Empresarios, Artistas, Políticos o Deportistas han podido salir ilesos.
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